USO CORRECTO DE LA COMILLA
Las comillas (« », “ ”, ‘ ’, " ", “ „) son signos tipográficos utilizados para desmarcar niveles distintos en una oración. Generalmente se utilizan:
En la Ortografía de la lengua española, editada en 1999, se informa: «Por lo general, es indistinto el uso de uno u otro tipo de comillas dobles». El Diccionario panhispánico de dudas, editado posteriormente, en 2005, al respecto dice: «En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado». Si dentro de lo entrecomillado apareciera una segunda cita, se utilizarían otras comillas. El ejemplo dado en la Ortografía de la lengua española y en el citado DPD sigue este orden: «...“...‘...’...”...».1 La nueva Ortografía de la lengua española, publicada a finales de 2010, corrobora lo que se dice en el DPD: es preferible y recomendable emplear las comillas angulares en primer lugar, reservando los otros tipos para otras funciones.
Las comillas simples se utilizan para marcar ejemplos en casos en que no resulta apropiado o no es posible el uso de la cursiva. También se prefiere su uso para presentar el significado de una palabra: «El autor dijo: “Las comillas (‘signos de puntuación utilizados para demarcar niveles distintos en una oración’) se usan profusamente en mi obra”».
Dice la norma que el último signo de puntuación de una oración que contiene un texto entrecomillado debe situarse después de las comillas de cierre —el fragmento entrecomillado siempre mantiene su puntuación, salvo cuando se trate del punto—, excepto cuando el fragmento entrecomillado sea lo único que compone la oración, en cuyo caso se escribe el signo que corresponda antes de las comillas de cierre,3 a excepción del punto, que se escribe siempre después.4 Sin embargo, en inglés —especialmente el americano— en casi todos los casos es al contrario; o sea, antes de las comillas de cierre.
En español no se deja espacio alguno entre las comillas y su contenido. Cada idioma tiene sus propias normas de aplicación de las comillas.
Las comillas (« », “ ”, ‘ ’, " ", “ „) son signos tipográficos utilizados para desmarcar niveles distintos en una oración. Generalmente se utilizan:
- Para citar textualmente algo que ocupe menos de tres o cuatro renglones.
- Si la cita ocupa más de tres o cuatro renglones, es usual eliminar las comillas, reducir un punto el tamaño de la letra y aumentar la sangría izquierda (que no la sangría de primera línea).
- Para señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal, con
el fin de indicar que se han seleccionado intencionalmente y no por
error.
- En este caso, generalmente después de esas palabras se escribe entre paréntesis (sic), que indica que se está citando textualmente.
- Para indicar la intención irónica del empleo de una palabra.
- En un título, para reemplazar el tipo de letra cursiva con que se indica el nombre de una obra artística: Análisis de «El Quijote».
- Para presentar el significado de una palabra o expresión. En este caso se utilizan exclusivamente las comillas simples: «acechador» significa ‘que observa o aguarda cautelosamente con algún propósito’.
- Para indicar los pensamientos de un personaje en textos narrativos.
- No se utilizan para destacar palabras extranjeras. En este caso se recomienda el uso de cursivas:
- Show es una palabra inglesa.
- No se utilizan para señalar un apodo o seudónimo, cuando acompaña al nombre. En este caso se recomienda el uso de cursivas:
- Doménikos Theotokópoulos, el Greco.
En castellano se utilizan tres tipos de comillas:
- Comillas bajas, latinas, españolas o angulares (« »).
- Comillas altas o inglesas (“ ”).
- Comillas simples (‘ ’).
En la Ortografía de la lengua española, editada en 1999, se informa: «Por lo general, es indistinto el uso de uno u otro tipo de comillas dobles». El Diccionario panhispánico de dudas, editado posteriormente, en 2005, al respecto dice: «En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado». Si dentro de lo entrecomillado apareciera una segunda cita, se utilizarían otras comillas. El ejemplo dado en la Ortografía de la lengua española y en el citado DPD sigue este orden: «...“...‘...’...”...».1 La nueva Ortografía de la lengua española, publicada a finales de 2010, corrobora lo que se dice en el DPD: es preferible y recomendable emplear las comillas angulares en primer lugar, reservando los otros tipos para otras funciones.
Las comillas simples se utilizan para marcar ejemplos en casos en que no resulta apropiado o no es posible el uso de la cursiva. También se prefiere su uso para presentar el significado de una palabra: «El autor dijo: “Las comillas (‘signos de puntuación utilizados para demarcar niveles distintos en una oración’) se usan profusamente en mi obra”».
Dice la norma que el último signo de puntuación de una oración que contiene un texto entrecomillado debe situarse después de las comillas de cierre —el fragmento entrecomillado siempre mantiene su puntuación, salvo cuando se trate del punto—, excepto cuando el fragmento entrecomillado sea lo único que compone la oración, en cuyo caso se escribe el signo que corresponda antes de las comillas de cierre,3 a excepción del punto, que se escribe siempre después.4 Sin embargo, en inglés —especialmente el americano— en casi todos los casos es al contrario; o sea, antes de las comillas de cierre.
En español no se deja espacio alguno entre las comillas y su contenido. Cada idioma tiene sus propias normas de aplicación de las comillas.
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